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La rizartrosis, conocida desde hace unos años como “whatsappitis”, es una alteración degenerativa de la articulación trapeciometacarpiana que une el dedo pulgar a la muñeca.

¿Has oído hablar alguna vez de la “whatsappitis”? Si no has oído mencionar nunca este término, puede que lo primero que te venga a la cabeza es que se trate de un concepto para definir la adicción WhatsApp. No es exactamente eso. En 2014 la revista The Lancet se hizo eco de un caso descrito por la doctora española Inés Fernández Guerrero en el que una paciente sufría debilidad y dolor en los pulgares y las muñecas de ambas manos después de haber estado enviando mensajes por WhatsApp de manera masiva. Fue así como se acuñó este concepto para modernizar el nombre de una enfermedad de sobras conocida: la rizartrosis.

La rizartrosis o artrosis del pulgar es una alteración degenerativa de la articulación trapeciometacarpiana que une el dedo pulgar a la muñeca. Hasta hace bien poco, era una patología propia de la gente mayor, especialmente de aquellos que habían desempeñado actividades o trabajos en los que habían tenido que hacer movimientos forzados de manera repetitiva con los dedos durante años. Sin embargo, el uso de las nuevas tecnologías y, fundamentalmente, los smartphones, han provocado en los últimos años un repunte de casos. “El movimiento repetitivo con el dedo pulgar al utilizar los smartphones provoca un desgaste en la articulación. Por ese motivo, esta enfermedad está yendo a más desde hace años, y prevemos que en el futuro su incidencia siga aumentando”, explica el doctor Jordi Font, director médico del equipo iMove Traumatología de la clínica Mi Tres Torres, donde también lidera la Unidad de Cirugía y Microcirugía de la Mano y el Codo.

Cómo se manifiesta la rizartrosis

La rizartrosis se produce cuando el cartílago articular que amortigua la fricción de las articulaciones de los dedos se degrada. Ello puede ser consecuencia de la edad o de la repetición de posturas o movimientos muy forzados durante periodos prolongados de tiempo. Esta artrosis de mano comienza con dolor en la base del dedo pulgar y va en aumento con la actividad. “El paciente siente dolor cuando hace el movimiento de la pinza con los dedos. Por ejemplo, cuando abre un bote, cuando pasa las páginas del diario o cuando está usando el móvil. La aparición de ese dolor es lo que le hace acudir a la consulta”, expone el doctor Font. “Si no se ataja, ese dolor irá en aumento y provocará la pérdida de la fuerza de la función de pinza y, en estados más avanzados una deformidad en la base del pulgar”, afirma el doctor Jordi Font.

Cómo se trata la artrosis del pulgar

Después del diagnóstico tras la evaluación clínica y radiografía, el paciente debe empezar a tratarse inmediatamente. “Con la rizartrosis lo que tenemos que tratar es el dolor del paciente, no la artrosis”, apunta el especialista de la Unidad de Codo y Mano de iMove. Y prosigue: “Las pautas terapéuticas van en función del grado de dolor que tiene la persona. Si padece mucho dolor y un tratamiento conservador no sirve, iremos incrementando a tratamientos más intensos”. El primer escalón de los tratamientos es el ortopédico. “Le enseñamos al paciente unos ejercicios de movilización, le colocamos una férula y le prescribimos una sesiones rehabilitación”, describe el doctor Font. “Sólo con este tratamiento muchos de los pacientes mejoran. Cuando no es así, hacemos infiltraciones y en última instancia planteamos tratamientos quirúrgicos”, concluye el experto.