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Este pasado fin de semana han vuelto las motos, con la primera carrera de la temporada en Qatar.

Más allá de la moto, la meteorología, los neumáticos y el circuito, hay circunstancias fundamentales que influyen en el rendimiento de los pilotos, como son la salud mental y física. El peso cada vez mayor de las motos, el trazado de los circuitos y la dureza del calendario de competición provoca que el cuerpo de los pilotos sufra cada vez más y ciertas partes se resientan especialmente.

En el caso del motociclismo (también por ejemplo en otros deportes como la escalada, o en profesiones con movimientos repetitivos de esfuerzo) los antebrazos son una de las zonas más perjudicadas, ya que deben soportar una presión descomunal durante varias horas para controlar la dirección de la moto. Una de las principales patologías que suele sufrir esta zona del cuerpo en los pilotos es el Síndrome Compartimental Crónico del antebrazo.

Diversos pilotos como Pedrosa, Espargaró o Barberá se han visto obligados a pasar por quirófano una o varias veces para solventar este problema. Incluso pilotos en otras categorías como Jonathan Rea, en World Superbikes, han sido víctimas de esta dolencia durante su carrera. Rea pasó por nuestros quirófanos en noviembre de 2016 y una vez recibió el alta, nos explicó que había tenido este problema durante mucho tiempo y que además del sufrimiento físico, también sufría mentalmente, ya que le quitaba concentración a la hora de competir. Al cabo de pocos meses, Rea se proclamaba Campeón por 3ª vez consecutiva del Mundial de Superbikes.

Para explicaros mejor este Síndrome Compartimental Crónico, hemos preparado hoy una infografía explicativa donde veréis las partes que componen el antebrazo y cómo se soluciona el problema mediante cirugía.

Además del antebrazo, también hay otras partes del cuerpo que suelen sufrir este Síndrome Compartimental Crónico. Por ejemplo, en el caso de los corredores o marchadores, pueden sufrirlo en las piernas, como consecuencia de la tensión a la que someten a su cuerpo durante largos esfuerzos.

¿Cómo es la intervención?

La intervención es una cirugía que consiste en descomprimir los músculos mediante pequeñas incisiones en el antebrazo.

Desde hace años, es posible realizarla con cirugía mínimamente invasiva para producir un daño muy reducido y permitir una rápida recuperación.